jueves, 3 de julio de 2008
Una de eunucos
Hace más de mil años, cuando los barcos pasaban por Almería y perdían el rumbo, sus tripulantes sólo debían parar y aguzar sus oídos. Hasta ellos llegaban agudos gritos que les ayudaban a navegar hasta la costa. ¿De dónde procedían los aullidos? De las gargantas de unos hombres a los que se acababa de castrar y se enterraba en la arena hasta el cuello para que las tremendas hemorragias pararan y la cruenta herida cicatrizara antes. Eran los judíos radanitas que, instalados en la costa, eran famosos por fabricar eunucos.
Así lo cuenta Alberto Porlan en el último número de Muy Historia, sobre el poder del sexo en la Historia: erótica del poder, cortesanos, concubinas....
Todo sobre personajes como Ana Bolena, Godoy o la emperatriz Wu Hu (célebre por obligar a las visitas oficiales a rendirle tributo con un cunnilingus)
(en la imagen, eunucos indios en la actualidad)
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