lunes, 13 de octubre de 2008

Hemos cambiado muy poquito....


Vale, ahora tenemos la Wii, la PS2, la Nintendo... Pero los niños de hoy en día tampoco son tan diferentes a aquellos de hace 2.000 años. No hay más que echar un vistazo a los juegos con los que se divertían los pequeños romanos. La lista podría ser muy parecida a la de un niño actual "no digitalizado": la peonza, las canicas, las tabas o las muñecas articuladas.
Aquellos niños romanos tenían también sus propias mascotas, a las que llamaba delicium. Podían ser perros, gatos, conejos o todo tipo de insectos y, de hecho, la relación con ellos era tan intensa que, a menudo, cuando el pequeño fallecía se erigía en su sepulcro una imagen con su delicium.

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