Mangas de quita y pon. Este era el último grito en la moda femenina durante la Edad Media. La invención del botón supuso una auténtica revolución y los vestidos comenzaron a estar formados de dos partes: el cuerpo y las mangas. El objetivo era que se utilizarn en los hogares unas mangas más normales, que podían mancharse, mientras que éstas se cambiaban por otras más elegantes cuando había que salir a un evento social.
Evidentemente, las nobles y las reinas no tenían necesidad de cambiar las mangas pero llevaban igualmente estas mangas separables. De hecho, las damas solían dar a su caballero preferido una manga, que éste ataba a la coraza como si se tratara de un estardate.
Éstas y otras muchas curiosidades interesantísimas pueden leerse en Botones, bancos, brújulas y otros inventos de la Edad Media (Paidós) de Chiara Frugoni, un libro de lectura sencilla y con anécdotas realmente divertidas.
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